Beneficios del teletrabajo para las personas con discapacidad

El teletrabajo es una modalidad denominada en remoto, que implica la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y posibilita trabajar desde casa y en la empresa en días alternos. Desde el año 2017, gracias a las TIC se anotó una cifra histórica en las contrataciones de personas con discapacidad, un 64% que se traduce en el mejor registro de toda la serie histórica, con 110.068 de contratos. El impacto de la Tecnología y por tanto del teletrabajo, han traído consigo grandes beneficios para muchas personas y sobre todo, si hablamos de una persona con discapacidad, estos beneficios son mayores. ¡Aquí te los enseñamos! 

Lo cierto es que son muchos los beneficios que encuentra en el teletrabajo una persona con algún tipo de discapacidad. Por ejemplo, para una persona con movilidad reducida le ahorra tiempo en los desplazamientos y de esta forma, no encontrará barreras para anticiparse en llegar a su puesto de trabajo. De otra manera, puede verse con barreras arquitectónicas para llegar a su puesto físico en la empresa.

 

En el caso de una persona con discapacidad auditiva, es cierto que cuando nos encontramos reunidos en una sala, hablando al mismo tiempo, si además añadimos a la situación el uso de mascarilla, puede llegar a ser un caos e imposibilitar la comunicación y su participación. Por todo esto, las reuniones en remoto son una gran ventaja ya que, las personas con este tipo de diversidad pueden leer los labios de la persona que exponga en ese momento sus ideas ya que los turnos de palabra de todos los presentes se respetan con los micrófonos del resto de los asistentes silenciados. Sin duda una gran ventaja.

 

Es un hecho que la tecnología ha sido decisiva para la inclusión e inserción en el mercado laboral de las personas con discapacidad. Por lo tanto, apostar por esta transformación y confiar en el poder de la Tecnología es positivo tanto para las personas con discapacidad como para las empresas, porque aumenta la diversidad, la inclusión y la equidad, sin olvidar la competitividad y el progreso.

El trabajo en remoto facilita la conciliación de la vida laboral y familiar ya que, si existen necesidades específicas de la persona, esto le ayuda a combinarlas con más facilidad. Por ejemplo, en caso de que se necesite visitar al médico, este hecho no debe preocuparse por llegar más tarde, ya que en este sentido es una gran ventaja ya que incluye a menudo, no solo la falta de desplazamiento a su puesto físico o los productos accesibles sino también la flexibilidad horaria.

Los profesionales con discapacidad han encontrado en este modelo laboral una oportunidad, pero es cierto que todavía queda un largo camino por recorrer en las empresas para la inclusión real y de calidad, para así conseguir una sociedad equitativa, inclusiva y justa.